jueves, 28 de junio de 2007

Problemilla

Ignorance gives one a large range of probabilities.

George Eliot (1819 - 1880)


Estás en un programa de concursos y has llegado hasta la etapa final con éxito. Ahora viene la última parte en la cual podrías ganar un premio o regresar a casa sin nada. Las reglas en esta fase final son como siguen:


1. El presentador del programa te muestra tres puertas. Detrás de una de ellas se encuentra un automóvil que puede ser tuyo. Detrás de las otras dos puertas no hay nada.

2. Tú debes escoger una de las puertas.

3. Acto seguido, el presentador del programa abrirá una de las dos puertas que no escogiste y detrás de la cual no hay nada.

4. Luego se te pregunta si te quieres quedar con la puerta que escogiste o prefieres escoger la puerta que el presentador no abrió.

¿Con cuál de las puertas te quedas? ¿Existe alguna ventaja o desventaja al cambiar la elección de la puerta?

4 comentarios:

Unknown dijo...

Yo abriría la puerta donde suene brum brum

José dijo...

Este es un problema muy interesante desde el punto de vista matemático. A priori uno diría (por sentido común) que es lo mismo quedarse con la puerta que uno inicialmente eligió que cambiar luego que una puerta donde no hay nada fue abierta.

Pero curiosamente, usando algo de teoría de las probabilidades sería más conveniente cambiar de puerta, en el sentido que la probabilidad global de ganar aumenta.

Para mí es contraintuitivo, así que me voy a quedar con mi intuición hasta que alguien me muestra la demostración formal y correcta de esta conjetura...

Roger dijo...

Hey José,
Gracias por tu comentario. Más adelante intentaré dar una explicación al problema de las puertas, que desde mi punto de vista, parece intuitiva.

Anónimo dijo...

Yo escogería cualquier puerta en la primera ronda sin pensarlo mucho para salir de la broma de descartar una, y luego cuando queden dos puertas, me olvidaría de mi elección inicial y sólo entonces escogería entre alguna de las dos.

La primera ronda (la primera puerta que escoges) es símplemente un juego psicológico para crear cierta duda entre cambiar o quedarse con la elección inicial. Si el concursante es capaz de olvidarse de la puerta que escoge inicialmente y simplemente escoger una de las dos puertas restantes en la segunda oportunidad, entonces vencería el truco y sería un simple caso de escoger entre dos puertas (50/50), que es lo que es en realidad.

Es una ilusión.

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