Writing is not necessarily something to be ashamed of, but do it in private and wash your hands afterwards.
Robert Heinlein (1907 - 1988)
Recientemente he decidido hacer algunos cambios a este blog.
He comenzado por cambiar los colores de la página. Este cambio se podría calificar como simple y superficial, aunque yo prefiero llamarlo estético. Después de todo la belleza no es necesariamente superficial, sino más bien un alimento del alma y en la simplicidad la belleza acostumbra esconderse.
Pero a este primer cambio le siguen otros tantos, los cuales explicaré un poco más adelante.
Sin embargo, primeramente he de decir que el propósito original de este blog era y es el de satisfacer un gozo muy personal que es el de escribir. No pretendo, ni me interesa ser aplaudido por mis escritos, ni tampoco influenciar a otros con mis opiniones acerca de tal o cual asunto. Dado lo cual, podría tal vez ser clasificado como un autista de la pluma... o del teclado.
Lo que me mueve es algo más egoísta y más caprichoso. Lo que me interesa es simplemente deleitarme en escribir, algo que para mí se ha convertido ya en una adicción. Claro, como todo tipo de adicción maligna, el exhibicionismo es una componente que aumenta el morbo y la perversión del vicio. Y es por ello, que en un acto de suprema inmoralidad he decidido, o mejor dicho, he sido subyugado por la obsesión compulsiva de mostrar mis escritos mediante este blog.
En cuanto a los otros cambios que pronto serán manifiestos, decidí que empezaré a escribir indistintamente en español y en inglés. Disfruto bastante escribir en mi lengua de origen, sin embargo hay amigos que han mostrado interés por seguir lo que en este blog se escribe y de los cuales la mayoría no son hispanoparlantes... y sospecho que tampoco hispanoleyentes. Así que en mis momentos egoístas escribiré en español, y durante mis lapsus de exhibicionismo tal vez torne a escribir en inglés.
Un cambio más en este blog es el hecho de que ya no solo me restringiré a publicar en él prosas obscuras ó crípticas. A partir de ahora me tomaré la libertad de escribir sobre temas variados.
Si después de lo dicho hay alguién allá a quien yo no conozca, agazapado detrás de algún monitor que esté interesado en lo que escribo, me sentiré halagado. Así como yo disfruto de mi vicio de escribir, tal vez algunos disfruten del vicio de las complicidades consumandas, puesto que quien mira a un exhibicionista, aunque así sea de reojo, de alguna manera se convierte en cómplice de él.
Y si alguno o algunos deciden añadir comentarios a las entradas de este blog, serán más que bienvenidos con la condición de que los tales comentarios sean escritos en razón del egoísta y exhibicionista placer de publicarlos; y por mi parte, yo con gusto me ofrezco a la complicidad de leerlos.
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