viernes, 29 de junio de 2007

Goya! Universidad!

Por mi raza hablará el espíritu

José Vasconcelos (1882 - 1959)


"Por mi raza hablará el espíritu" reza el lema que aparece en el escudo de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ambos, escudo y lema, fueron creaciones de Don José Vasconcelos. En realidad la frase referida era originalmente más larga: "Por mi raza de bronce hablará el espíritu universal", pero por alguna razón ésta no apareció en el escudo en su forma original.

Lo anterior viene a colación de que este mediodía me he encontrado con la siguiente nota periodística: El campus de CU, patrimonio cultural de la humanidad. En dicha nota no sólo se da
parte del reconocimiento que otorgó la UNESCO al campus principal de la Universidad Nacional, sino que también se mencionan otros datos que me han parecido muy interesantes, así que recomiendo la lectura del artículo.

En fin, sólo he querido desde este rincón de la blogósfera mandar mis felicitaciones a todos aquellos que han contribuído directa o indirectamente a la construcción del proyecto cultural más importante de la nación mexicana: Nuestra Máxima Casa de Estudios. Desde aquí me quito el sombrero por ustedes.

jueves, 28 de junio de 2007

Problemilla

Ignorance gives one a large range of probabilities.

George Eliot (1819 - 1880)


Estás en un programa de concursos y has llegado hasta la etapa final con éxito. Ahora viene la última parte en la cual podrías ganar un premio o regresar a casa sin nada. Las reglas en esta fase final son como siguen:


1. El presentador del programa te muestra tres puertas. Detrás de una de ellas se encuentra un automóvil que puede ser tuyo. Detrás de las otras dos puertas no hay nada.

2. Tú debes escoger una de las puertas.

3. Acto seguido, el presentador del programa abrirá una de las dos puertas que no escogiste y detrás de la cual no hay nada.

4. Luego se te pregunta si te quieres quedar con la puerta que escogiste o prefieres escoger la puerta que el presentador no abrió.

¿Con cuál de las puertas te quedas? ¿Existe alguna ventaja o desventaja al cambiar la elección de la puerta?

viernes, 22 de junio de 2007

Algunos cambios

Writing is not necessarily something to be ashamed of, but do it in private and wash your hands afterwards.

Robert Heinlein (1907 - 1988)


Recientemente he decidido hacer algunos cambios a este blog.

He comenzado por cambiar los colores de la página. Este cambio se podría calificar como simple y superficial, aunque yo prefiero llamarlo estético. Después de todo la belleza no es necesariamente superficial, sino más bien un alimento del alma y en la simplicidad la belleza acostumbra esconderse.

Pero a este primer cambio le siguen otros tantos, los cuales explicaré un poco más adelante.

Sin embargo, primeramente he de decir que el propósito original de este blog era y es el de satisfacer un gozo muy personal que es el de escribir. No pretendo, ni me interesa ser aplaudido por mis escritos, ni tampoco influenciar a otros con mis opiniones acerca de tal o cual asunto. Dado lo cual, podría tal vez ser clasificado como un autista de la pluma... o del teclado.

Lo que me mueve es algo más egoísta y más caprichoso. Lo que me interesa es simplemente deleitarme en escribir, algo que para mí se ha convertido ya en una adicción. Claro, como todo tipo de adicción maligna, el exhibicionismo es una componente que aumenta el morbo y la perversión del vicio. Y es por ello, que en un acto de suprema inmoralidad he decidido, o mejor dicho, he sido subyugado por la obsesión compulsiva de mostrar mis escritos mediante este blog.

En cuanto a los otros cambios que pronto serán manifiestos, decidí que empezaré a escribir indistintamente en español y en inglés. Disfruto bastante escribir en mi lengua de origen, sin embargo hay amigos que han mostrado interés por seguir lo que en este blog se escribe y de los cuales la mayoría no son hispanoparlantes... y sospecho que tampoco hispanoleyentes. Así que en mis momentos egoístas escribiré en español, y durante mis lapsus de exhibicionismo tal vez torne a escribir en inglés.

Un cambio más en este blog es el hecho de que ya no solo me restringiré a publicar en él prosas obscuras ó crípticas. A partir de ahora me tomaré la libertad de escribir sobre temas variados.

Si después de lo dicho hay alguién allá a quien yo no conozca, agazapado detrás de algún monitor que esté interesado en lo que escribo, me sentiré halagado. Así como yo disfruto de mi vicio de escribir, tal vez algunos disfruten del vicio de las complicidades consumandas, puesto que quien mira a un exhibicionista, aunque así sea de reojo, de alguna manera se convierte en cómplice de él.

Y si alguno o algunos deciden añadir comentarios a las entradas de este blog, serán más que bienvenidos con la condición de que los tales comentarios sean escritos en razón del egoísta y exhibicionista placer de publicarlos; y por mi parte, yo con gusto me ofrezco a la complicidad de leerlos.

lunes, 11 de junio de 2007

El hombre que mira

There can be as much value in the blink of an eye as in months of rational analysis.

Malcolm Gladwell



Desde su propio rincón él mira hacia los extremos del mundo, y ve en cada uno de los sitios en que le es dado mirar a un hombre: Un hombre que habla, uno que escucha y uno más que hace. Y de los tres, sólo de aquél que hace el nombre conoce.

Tres hombres diferentes que ante tres situaciones diferentes de la vida actúan de manera diversa. Sólo una cosa los une: la duda. Uno ante la duda de las líneas que debe decir, decide improvisar. Él habla, no mira, no escucha, sólo habla. No le es dado otra cosa sino hablar. El otro, dudando de la reciprocidad del ser amado, en la noche obscura y estrellada decide escuchar. Hablar para el carece de sentido, ya tantas veces antes habló y sintióse no escuchado. A él sólo le es dado escuchar. Pero hay un tercer hombre que ante la duda decide actuar. Él indaga, él cuestiona, él interroga hasta encontrar la respuesta, o hasta creer encontrarla. Al final de todo, ¿qué son las respuestas? ¿Son en verdad respuestas o son tan sólo lo que queremos recibir? Este tercer hombre no habla, no escucha, él actúa. Y tal vez por ello, o a pesar de ello, es que sólo de él el nombre conocemos.

Pero existe un cuarto hombre: El hombre que mira... que mira a los tres extremos del mundo a los que le es dado mirar. Sólo tres extremos mira, pues el cuarto extremo del mundo es por él ocupado. Y quisiera a este hombre describir, pero me es imposible. A éste no lo veo. Tan solo veo lo que él mira. Miro por sus ojos, miro lo que él mira, pero a él no lo puedo mirar. Éste es el hombre que mira, él no habla, él no escucha, él no hace; sólo mira. Mira e intenta no juzgar, mira e intenta no interrogar, mira e intenta no influir. Y de él, aunque por sus ojos miro, el nombre tampoco conozco.

El mejor lugar para vivir

Si tuvieras que elegir un pais para vivir que tuviera buen clima, que fuera seguro y que tuviera facilidades para prosperar... Sin dudarlo ...